Hidrografía

Como ya anteriormente he mencionado, Iguala fue durante mucho tiempo un valle con una abundancia de agua extraordinaria, durante siglos el río más caudaloso y útil para el valle fue el río San Juan, fueron las aguas de éste río las que dieron de beber a los chontales y les permitieron cultivar el algodón, y fueron estas mismas aguas las que causaron la gran inundación de 1984 al desbordarse su cauce.

Son 9 las corrientes de agua con las que cuenta el municipio, conocidas popularmente como: Las mojarras, La Ceja Blanca, El Uchal, Naranjo, Ahuehuepan, La Llave, San Juan, Tomatal y El Jumilar, el municipio cuenta también con dos cuerpos de agua en existencia y uno extinto, los primeros son la Laguna de Tuxpan localizada en la ciudad de Iguala y La presa Valerio Trujano, la cual queda dentro del municipio según se aprecia en el mapa elaborado por el INEGI. El cuerpo de agua extinto es la Laguna de Ixtlayota que se encontraba en la ciudad de Iguala, por el rumbo de la Loma de los Coyotes, se dice que esta laguna no se secó, sino que la desaguaron bajo el pretexto de que esa agua no se ocupaba.

Hidrografía del municipio
Hidrografía del municipio

El canal de riego proveniente de la presa Valerio Trujano beneficia aproximadamente 10 404.3 hectáreas, es decir, el 11% de la extensión total del municipio.

La población de Iguala llegó a tener 11 pozos que abastecían de agua a la ciudad, pero como consecuencia de los fuertes sismos que asolaron la región, 3 de ellos quedaron inservibles siendo su reparación incosteable, por lo que actualmente son únicamente 9 los pozos que surten a la ciudad de agua. La cantidad total de agua que producen todos los pozos en servicio es de 134 litros por segundo, a lo cual podemos sumar 130 que se producen en la planta potabilizadora, teniendo una producción total de agua en la ciudad de 264 litros por segundo.

Debe hacerse mención de que en los últimos años Iguala ha padecido la escasez de agua, lo cual se observa con solo escuchar el programa de radio “A quien le quede el saco”  en donde todos los días se reciben quejas sobre la falta de este valioso liquido en todas partes de la ciudad. La riqueza de los mantos acuíferos de nuestro valle salió a relucir en fechas recientes durante la construcción del nuevo centro joyero, puesto que al excavar a cierta profundidad brotó muchísima agua, por lo cual la gente se escandalizó pensando que se había descubierto un manantial, toda esta agua se canalizó hasta el pozo central de la ciudad y de ahí se distribuyó a donde se creyó necesario.