El personaje de negro

Tomada de “Iguala la Trigarante” de la Profesora Catalina Pastrana. 

La experiencia le aconteció al Profr. Rodríguez.

…La semana pasada fui a México, a mi regreso llovía a cántaros, por la Pera casi se obscureció por el aguacero, cuando llegamos aun llovía y era de noche, para colmo no había taxis, tiritando de frío me paré a esperar en la semiobscuridad y vi uno, se acercó a mi sin que le hubiera hecho la parada, era un carro grande de los antiguos, me subí dándole las gracias a Dios, y le conté al chofer que desde México no había parado de llover, gracias a Dios –le dije-, llegamos con bien.

El chofer no contestó nada, recorrimos algunas calles en silencio y se detuvo en mi casa, pero yo no le había dicho en donde vivía, en ese momento no lo pensé, bajé, pregunté cuánto le debía, pero el hombre vestido de negro, no contestó, se fue. Entonces sentí miedo, me temblaba la mano al abrir la puerta de la casa, la llave no entraba, y más mido sentí al entrar, esa noche no había nadie. Me armé de valor a base de disparates, prendí la tele, me senté y traté de pensar con lógica en todo lo sucedido. Bueno ya –me dije-, fue un difuntito, qué más da, a lo mejor en Mictlán ya no caben y regresan tranquilamente al lugar en donde vivieron. Sepa la jodida, pero los muertos dan miedo. No crean que les prendo veladoras para que se vayan, no, les doy unas cuantas mentadas y se van, o a lo mejor no se van, pero con las mentadas yo me armo de valor y los mando a la…otra vida.

Pero de que los muertos vuelven, vuelven.