Un amor hasta la muerte

Tomada de “Iguala la Trigarante” de la profesora Catalina Pastrana

Se dice que en los primeros años de 1900, los juanacateros eran rivales a muerte de los sanjuaneños, tanto, que un sanjuaneño no entraba al barrio de Juanacate y menos de noche.

Cuenta la historia que un sanjuaneño se enamoró desesperadamente de una bella juanacatera. Los dos estaban prendidos de amor.

Los padres de ella pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron:

– ¡Jamás, nunca lo permitiré!

-¡Me casaré con él, porque si no, me muero!

Un día el padre y el hijo mayor fueron de cacería y se llevaron a la pequeña. El padre era buen tirador y mató un venadito. – recógelo- le dijo a su hija.

La niña corrió feliz a recogerlo y en ese momento se escuchó el segundo disparo, la niña cayó sobre la hierba, sus ojos llenos de asombro miraban en la lejanía a su amado. Poco a poco cerró los ojos pero quedaron en ellos el gran amor de su vida y de su muerte. Con su ultimo aliento guardó en su alma el amor.

El hermano mayor se quedó atónito, el padre dijo:

-¡Es mejor muerta, que viva pa´ese!