El suelo de nuestro valle a sido fértil desde siempre, se dice que en los tiempos de los chontales no había semilla que cayera en nuestro valle y que no diera un árbol de su fruto, esto se debía principalmente a que, durante muchísimos años, Iguala tuvo en su interior un magníficos mantos acuíferos que irrigaban al valle en toda su extensión, es por eso que la agricultura fue durante tantos años el sustentó principal de la ciudad, aquí se sembraba de todo y todo crecía gracias a la fertilidad de nuestras tierras.
En el municipio de Iguala el suelo esta clasificado en dos partes: el chernozen negro, que contiene grandes cantidades de calcio, útiles para la agricultura; y el de estepa paraire descalcificado. La corteza terrestre del municipio esta formada por rocas calizas sedimentarias entremezcladas con rocas volcánicas, algunos estudios indican que el valle esta cubierto con depósitos continentales y volcánicos del periodo mesozoico y el terciario superior, así como también de materiales y restos marinos que datan de finales del periodo jurásico.
En 1973 el Ing. Ramón E. Galindo realizó un sondeo geoeléctrico que fue costeado por la Comisión del Río Balsas, para dicho estudio1 se hizo lectura del suelo a diferentes profundidades hallándose los siguientes resultados:
Profundidad (metros) | Resultado |
0.00 a 34.00 | Conglomerados calizos con intercalaciones de arcilla. |
34.00 a 60.00 | Conglomeraciones de calizo franco |
60.00 a 70.00 | conglomerados calizos |
70.00 a 116.00 | Roca caliza gris cristalizada |
116.00 a 120.00 | Roca caliza gris cristalizada |
120.00 a 143.00 | Roca caliza compactada gris cristalizada |