Se dice que este imponente lugar era el refugio de Satanás, quien cuidadosamente vigilaba su refugio cobrándose las vidas de aquellos que lo profanaban.
Cuando se construía en aquel lugar el puente por el que pasaría el ferrocarril, hubo verdaderos percances muy serios, la obra se caía y no se podía terminar, muchísimos peones murieron al construir esa obra porque se dice que el diablo estaba molesto.
Al ver que la obra no avanzaba y que cada día eran más los muertos, los trabajadores y encargados hicieron una manda al Señor de Chalma, y se dice que con eso se solucionó el problema.
En cierta ocasión el tren se descarriló precisamente en ese lugar, fue una horrible matazón, cuenta la leyenda que el diablo tomó todas esas almas para quedar satisfecho.